La bonita leyenda de que hace 2.000 años un ardilla podía ir saltando de copa en copa por los árboles desde los Pirineos hasta Gibraltar, atribuida al geógrafo griego Estrabón, es tan bonita y lapidaria como falsa.
El profesor Martí Boada se ha tomado la molestia de repasar la obra Geografika de Estrabón (63-19 a.C) y no ha encontrado cita por ningún lado. No da credibilidad al hecho de que la Península Ibérica haya estado nunca en condiciones boscosas que dan a entender la leyenda de la ardilla. "No es rigurosa", afirma Martí Boada, "aunque Estrabón describiera los paisajes ibéricos como selváticos".
Sostiene Boada que desde el neolítico los bosques españoles son el resultado de una interacción sostenible con los habitantes de la Península en un balance oscilante, siempre en función de las necesidades de madera o la presión invasora de la agricultura.
María Luisa de Lázaro Torres; Isidro de Miguel García y Carmen Pascual Otero, Geografía, McGrawHill. Madrid, 1997.
Para saber más PROYECTO ARDILLA