!ÁNIMO PARA LOS ESTUDIANTES DE LA PAEG!

sábado, 29 de enero de 2011

PRACTICAS DE BIOGEOGRAFÍA


- Ver todas. 
- Cliserie de vegetación de montaña pirenaica.
- Pisos de vegetación canaria.  
- Mapa de vegetación de la Península Ibérica.
- Mapas con especias arbóreas. 

PRÁCTICA: EL REGADÍO EN ESPAÑA.

Analiza los siguientes documentos gráficos identifica:


a) Las principales zonas de regadío.


La distribución espacial del regadío es desigual: es escaso en el norte peninsular húmedo, y tiene su mayor peso en el área de clima medite­rráneo, de precipitaciones escasas e irregulares. Dentro de esta última se diferencian dos zonas:
 a) El litoral mediterráneo es el área más des­tacada para el regadío intensivo, por reunir condiciones favorables, físicas (temperaturas suaves, protección por el relieve, suelos apropia­dos) y humanas (mercado internacional con buena comunicación por carretera y ferrocarril). 
b) En el interior peninsular pre­domina el regadío extensivo, que se beneficia del agua aportada por los grandes ríos peninsulares, de la mecanización total que permiten sus cultivos, y de la creciente demanda de cereales-pienso y de determina­dos productos industriales.
También se localiza en las orillas de los ríos como el Ebro o en las inmediaciones de los pueblos aprovechando peque­ñas corrientes de agua, o responde a obras estatales de gran envergadu­ra (embalses, trasvases, etc.).


b) La Evolución de regadío en la agricultura española. 


La ampliación del regadío ha sido notable a lo largo del siglo XX, gracias sobre todo a la actuación estatal, doblándose en número de hec­táreas regadas. Sumariamente podemos establecer varios hitos en la ampliación del regadío y de la política hidráulica.
- 1902 Primer Plan Nacional de Obras Hidráulicas, el Plan Gasset, se pretenden transformar en regadío 1.469.222 ha, es decir, duplicar la superficie regada existente.
- 1923 Real Decreto que insiste en la obligatoriedad de la transformación en regadío, con riesgo de expropiación si o se lleva a efecto en un plazo de 20 años.
- 1932 Ley de Puesta en Riego (OPER). El Estado plantea que sean tanto la iniciativa pública como la privada las que colaboren en la realización de las obras secundarias y complementarias. Las obras deberían ser pagadas por el propietario al Estado, así como la plusvalía generada. En caso contrario, el Estado se haría cargo de ellas tras el pago de su valor en secano al propietario, empleándose las tierras adquiridas para asentar colonos.
- En 1933 únicamente el 18% de lo planificado en 1902 se había convertido en regadío, y muy desigualmente, destacando en el Ebro donde se llegó al 39%.
- Durante el franquismo se incrementa la superficie de regadío. El Instituto Nacional de Colonización y después del Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario desde 1971. Las causas de este desarrollo son: la utilización de mano de obra carcelaria republicana para la edificación de infraestructuras de riego (ejemplo: Canal del Bajo Guadalquivir que permitió poner en riego una superfie de 56.000 ha de las provincias de Sevilla y Cádiz) y la modernización del campo español tras los ajustes que impone el Plan de Estabilización de 1959. 
- El incremento más importante se produce en los últimos treinta años, en buena medida por el incremento de los rendimientos y la diversificación de los cultivos que permite. No obstante, la situación actual se debate entre el incremento de la superficie y el problema de las sobreexplotación, fomentándose su reducción para algunas explotaciones.



c) Los tipos de regadíos existentes. Ventajas e inconvenientes.
El regadío es una práctica agraria que aporta a los cultivos agua adicional procedente de las precipitaciones. El objetivo es no depender de la aleatoriedad, la escasez o la ausencia de las precipitaciones y mejorar el rendimiento de los cultivos. El agua utilizada para regar, como se aprecia en el mapa, procede en unos casos de los ríos, directamente o a través de embalses, canales de riego, y, en otros caso, procede de las aguas subterráneas o acuíferos.
Los sistemas utilizados para regar son de diversos tipos:
- El riego a manta inunda el terreno de agua obtenida por derivación de las aguas corrientes.
- El riego por goteo aporta a cada planta el agua y los nutrientes necesarios en el momento adecuado adecuados a través de pequeños orificios practicados en tubos.
- El riego por aspersión canaliza el agua por tuberías de presión y la proyección sobre el suelo a modo de lluvia superficial.

Los tipos principales de regadío son el regadío intensivo y el extensivo.
a) Los regadíos intensivos, al aire libre o bajo in­vernaderos, permiten obtener dos o tres cosechas anuales, y se dedican a las frutas y hortalizas, y, en algunos casos, a cultivos tropicales. El litoral mediterráneo es el área más destacada para este tipo de regadío, por reunir condiciones favorables, físicas (temperaturas suaves, protección por el relieve, suelos apropiados) y humanas (mercado internacional y buena comunicación con él por carretera y ferrocarril). No obstante, esta modalidad de regadío se localiza también a orillas de algunos grandes ríos peninsulares, como el Ebro.
b) Regadíos extensivos, que proporcionan una sola cosecha, del mismo tipo que la de los secanos vecinos pero con un rendimiento mucho mayor, añadiendo también cultivos industriales o forrajeros. En el interior peninsular es el área más destacada para este tipo de regadío, que se beneficia del agua aportada por los grandes ríos peninsulares, de la mecanización total que permiten sus cultivos, de la creciente demanda de cereales-pienso y de determinados productos industriales.

Las ventajas del regadío, sobre todo el intensivo, son numerosas:
- Económicas: incrementa las rentas de la población y del país por el impor­tante papel que desempeña en las exportaciones.
- Sociales: mejora el nivel de vida e incrementa la demanda y dotación de servicios y el bie­nestar general de la población.
- Demográficas: contribuye a fijar a la población y a romper la tendencia emigratoria de muchas comarcas, fo­mentando incluso la inmigración, pues crea empleo en la realización de ciertas tareas agrarias -siembra y recolección-, en la transformación industrial de la producción y en los servicios destinados al manteni­miento del riego. 
- Culturales (mejora la preparación técnica y profesio­nal, incrementando los titulados profesionales y universitarios).
 No obstante, el regadío también genera problemas, como la utilización de sistemas inadecuados, muy consumidores de agua (riego a manta), la sobreexplotación de los recursos hídricos superficiales y subterráneos, el conflicto de usos con la demanda urbana, industrial y turística de agua y de suelo y la alteración medioambiental, relacionada con el au­mento del consumo de fertilizantes y las estructuras de plástico de los invernaderos, que ocasionan una modificación poco estética del paisaje.
El Plan Nacional de Regadíos "Horizonte 2008" del Ministerio de Agri­cultura, Pesca y Alimentación prevé la puesta en riego de 228000 hectá­reas. Además enfatiza en la necesidad de mejorar el mantenimiento de las redes, en las que se estima que hay hasta un 50% de pérdidas por fu­gas, en la extensión de sistemas menos consumidores, como el riego por goteo y por aspersión, y en la reutilización del agua urbana depura­da para el riego.









PRÁCTICA: EXTENSIÓN DE TERRENOS DE SECANO Y REGADÍO.

A partir de la interpretación del mapa que sigue, comente la desigual importancia y características de las superficies cultivadas en España, relacionándolas con la diversidad de espacios agrarios existentes.


El mapa temático de figura proporcionales muestra la extensión de las tierras cultivadas en las provincias españolas en el año 1998, distinguiendo en cada una la proporción que supone el secano y el regadío. 
Las tierras de cultivo incluyen tanto las superficies cultivadas como las dejadas en barbecho. En general, se aprecian los siguientes contrastes en su distribución territorial:
- Las tierra de cultivo tienen escasa importancia en el litoral cantábrico peninsular, en las provincias gallegas, en las islas Canarias, en el archipiélago balear y, en menor medida, en el litoral mediterráneo peninsular. Las razones de este hecho son de diversos tipos.
a) En el litoral cantábrico y Galicia la escasez de tierras de cultivo está motivada por las difíciles condiciones orográficas, marcadas por el relieve accidentado y la escasez de espacios llanos, que se limitan a los fondos de los valles o la rasa litoral cantábrica. Por este motivo, en estas zonas predominan otros usos agrarios del suelo, como los prados y los pastos y el terreno forestal.
- En las Islas Canarias, las tierras de cultivo se ven limitadas por la gran extensión ocupada por el terreno volcánico abrupto (malpaíses), que reduce el suelo cultivable a los fondos de valles, a algunas laderas, donde los cultivos se disponen en terrazas y al área costera. Además, la elevada aridez climática de buena parte del archipiélago impone límites al cultivo. 
- En el litoral mediterráneo peninsular y Baleares la moderada extensión de las tierras de cultivos se debe a la importancia de los usos forestales, especialmente los de monte abierto y leñoso, en el área montañosa prelitoral peninsular, y al importante espacio que consumen otros usos del suelo, como las industrias, los núcleos urbanos y las numerosas urbanizaciones turísticas que bordean el litoral. En ambos archipiélagos indice también el factor de su reducida extensión territorial, dado que el mapa ofrece los datos en cifras absolutas. 
- Las tierras de cultivo tienen mayor importancia en el interior peninsular, donde existen importantes extensiones de terreno llano y apto para el cultivo. En este área se diferencian los valores más bajos de la submeseta norte de los más elevados de la submeseta sur y del valle del Guadalquivir. 
- En la submeseta norte el tamaño de las provincias es, en general, mayor y, por sus condiciones climáticas, los usos agrarios forestales ocupan mayor extensión.
- En la submeseta sur y el valle del Guadalquivir, donde en general la extensión de las provincias es menor y las condiciones climáticas permiten mayor variedad de cultivos, el aprovechamiento agrícola es mayor. 
El mapa muestra también el contraste existente entre la agricultura de secano y la de regadío. La agricultura de secano cultiva vegetales utilizando exclusivamente el agua procedente de las precipitaciones, mientras que la agricultura de regadío añade a los cultivos un aporte adicional de agua, procedente de los embalses o de la explotación de los acuíferos.
La contraposición entre ambos tipos de agricultura apenas existe en las provincias del norte peninsular incluidas en el área de clima oceánico, debido a que la abundancia y la regularidad de las precipitaciones a lo largo del año hace innecesario el regadío. En el resto de las provincias, es claro el contraste entre el secano y el regadío. 
Las provincias donde el regadío adquiere mayor importancia son las interiores del:
- Valle del Ebro (Navarra, La Rioja, Zaragoza, Huesca y Lérida).
- Algunas provincias del valle del Guadalquivir, como Sevilla.
- Provincias de Ciudad Real y Toledo. 
Las provincias del litoral mediterráneo, desde Tarragona hasta Almería, especialmente Valencia, Alicante, Murcia y Almeria. 
- La Isla de Tenerife, a pesar de su reducida extensión. 
Los factores que explican la importancia de la superficie regada en estas zonas son la insuficiencia de precipitaciones propia del clima mediterráneo o del clima subtropical de Canarias, que exige un aporte adicional de agua a los cultivos, y el predominio de ciertos tipos de productos, como los hortofrutícolas, que tienen en este medio unas condiciones muy favorables (temperaturas suaves y un elevado número de horas de sol) y gozan de buenos mercados de venta en el interior y en el exterior. Las consecuencias de esta amplia extensión del regadío son positivas y negativas.

PRÁCTICA SOBRE USOS DEL SUELO AGRARIO. GRÁFICOS DE SECTORES, TABLA ESTADÍSTICA Y MAPA DE USOS DE SUELO POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS.

Analiza los siguientes gráficos y la tabla estadística y apoyándote en los mismos realiza el comentario del mapa de usos del suelo agrario en España. 
Los diferentes gráficos de sectores se refieren a los distintos usos y aprovechamientos del espacio agrario y rural en España en el año 2006. Analizaremos cada unos de ellos.
- El espacio agrario, es decir, las tierras de cultivo (34,78%), presentan una clara especialización cerealística con más del 50%, en segundo término y en relación en buena medida con los cultivos cerealísticos aparece un 21,6% de barbecho. Por su parte, los cultivos leñosos, especialmente vid y olivo, suponen un 27,6%.  Según los datos, la trilogía mediterránea serían los principales tipos de cultivos, no obstante, los frutales, a pesar de su menor  peso en los porcentajes totales son económicamente uno de los más importantes.
- El terreno forestal (34,41%) presenta una gran especialización en monte maderable, sobre todo, en toda la zona norte. El monte abierto y leñoso se beneficia de la propiedad estatal de muchos de ellos y la protección de los mismos. 
-  Los prados (13,81%), muy vinculados con la ganadería en la zona norte, en general son pastizales utilizados para el ganado. 





El mapa actual de usos del suelo permite diferenciar una serie de grandes conjuntos. Todas las regiones del norte peninsular, las principales cadenas montañosas y el oeste de la Meseta están dominadas por usos forestales, prados y pastos, con una escasa proporción de tierras labradas. Las condiciones climáticas, la poca calidad de buena parte de los suelos y las pendientes son la clave de esta situación, reforzada en algunos casos por la estructura de la propiedad: grandes latifundios privados en las dehesas latifundios privados en las dehesas occidentales, y montes públicos en muchas áreas de montaña o pequeñas explotaciones ganaderas en las regiones del Cantábrico.
En cambio, las grandes llanuras interiores (Duero, Tajo-Guadiana, Ebro y Guadalquivir), junto a otras litorales de menor dimensión han sido roturadas a lo largo de la Historia y están ocupadas casi en su totalidad por tierras de cultivo con escasa presencia de bosques y pastos. En Canarias y algunas áreas de especial dificultad para su ocupación, predominan las tierras baldías o eriales
Por último, situaremos cada una de las áreas productoras de cada cultivo.
- Cereales:  Secanos del interior peninsular. Maíz en la España húmeda o zonas de regadío. El arroz en las zonas encharcadas del valle del Ebro.
- Leguminosas:  secanos del interior peninsular, donde rotan  con los cereales.
- Viñedo:  Castilla-La Mancha, Rioja, Ribera de Duero, Rías Bajas gallegas, Jerez, Montilla, etc
- Olivar: campiñas andaluzas y extremeñas, Castilla-La Mancha y litoral mediterráneo.
- Hortofrutícolas:  regadíos de Levante, Andalucía, Baleares, Canarias. Secundariamente en secanos húmedos y la España seca.
- Cultivos industriales: regadíos de la mitad meridional peninsular y valle del Duero (remolacha). 
- Cultivos forrajeros: norte peninsular y regadíos extensivos del interior peninsular. 

PRACTICAS SOBRE USO DEL SUELO AGRARIO. APORTACIÓN TERRITORIAL DE LA PRODUCCIÓN VEGETAL Y ANIMAL A LA PRODUCCIÓN FINAL AGRARIA.

El mapa representa los usos del suelo agrarios. Analiza y contesta las siguientes cuestiones:


a) Nombre de todas las provincias que tienen una aportación equilibrada de agricultura y ganadería.
Las provincias con una aportación equilibrada de agricultura y ganadería son León, Zamora, Salamanca, Ávila, Soria, Guadalajara, Toledo, Huesca, Zaragoza, Teruel, Cáceres, Badajoz y Baleares.
b) ¿Qué relaciones pueden existir entre cada uno de estos usos y las condiciones naturales de cada zona?
Los usos agrícola predominan en las áreas caracterizadas por relieve llano y clima mediterráneo con sequía estival más o menos prolongada. Dentro de esta zona existen distintos tipos de cultivo en función de la topografía local; de las diferencias térmicas debidas a la latitud, la altitud, y la posición costera o interior; de la diferente distribución de recursos hídricos superficiales o subterráneos, y de la diversa calidad de los suelos. 
Los usos ganaderos predominan en las áreas de relieve montañoso y de clima oceánico o de montaña, con precipitaciones abundantes que proporcionan pastos naturales para el ganado.
No obstante, existen zonas agrícolas y ganaderas que utilizan técnicas que permiten una gran independencia de las condiciones naturales, como la plasticultura o la ganadería estabulada. 
En relación con la estructura agraria es evidente el contraste entre el norte con el predominio del minifundio y los usos ganaderos y el sur donde en el latifundio predominan herbáceos.

c) Elementos predominantes en los paisajes de las áreas con mayor aportación agrícola y ganadera.
Las zonas en las que la agricultura supone mayor participación a la producción final agraria son las comunidades autónomas de Navarra, La Rioja, Comunidad Valenciana, Andalucía, Murcia y Canarias.

miércoles, 26 de enero de 2011

PRÁCTICO: TAMAÑO FÍSICO PREDOMINANTES DE LAS EXPLOTACIONES AGRARIAS.

El mapa representa la distribución de la propiedad agraria por provincias. Conteste a las siguientes preguntas.

a) ¿En qué provincias la gran propiedad o latifundio supone más del 50% del total de la propiedad agraria?
b) ¿En qué provincias las pequeña propiedad o minifundio supone más del 50% del total de la propiedad agraría?
c) Explique las causas que han provocado dicha distribución y las consecuencias que se han derivado de ellas.



En España existe una gran dualidad espacial, que, simplificando, contrapone la zona norte con predominio de pequeña y mediana propiedad, frente a la zona sur, donde los grandes propietarios monopolizan la posesión de la tierra.

a) Las provincias en la que la gran propiedad o latifundios supone más del 50% del total de la propiedad agraria son Guadalajara, Cáceres, Badajoz, Ciudad Real, Albacete, Huelva, Sevilla, Cádiz, Córdoba y Jaén.

b) Las provincias donde la pequeña propiedad o minifundio supone más del 50% del total de la propiedad agraria son Lugo, Ourense, Pontevedra, León, Cantabria, Segovia, Valencia, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife.

c) Las causas y consecuencias de la distribución de la propiedad agraria en España han sido objeto de un apasionado debate político e intelectual en nuestra historia contemporánea, incluso se podría afirmar que el problema de la tierra es el eje que nos permite comprender buena parte de los conflictos sociales latentes en la España contemporánea del XIX y XX.

La estructura de la propiedad de la tierra, que en España apenas se ha modificado, se define, a diferencia de lo que ocurre en otros países europeos, por el predominio de valores extremos, grandes propiedades y atomización, con escasa presencia de la propiedad media.

 - La gran propiedad o latifundio (más de 100 Ha) se creó en la Edad Media durante la "Re-conquista" y repoblación y se consolidó a raíz de la desamortización del siglo XIX. El área española de latifundios no se caracteriza por disponer de un medio físico de difícil aprovechamiento, sino que es el resultado del proceso histórico, la frase del historiador E. Malefakis es concluyente en este punto: Es en la historia y no la geografía del Sur donde hay que buscar las verdaderas raíces del latifundio. Brevemente podríamos citar algunos:

- Sistema de repoblación de toda la zona sur: Órdenes Militares y repartimientos a la nobleza, es decir, grandes extensiones de tierra a modo de "propiedad feudal". 

- Instauración del Mayorazgo en las Leyes de Toro de 1505. El vínculo del mayorazgo no permitía la venta de los bienes, de tal manera que el patrimonio, que pasaba generalmente al hijo mayor, no se fragmentara. El sistema estuvo presente hasta el Trienio Liberal con la Ley de Desvinculación de 1820.

- La liberalización de la tierra durante la Revolución liberal-burguesa. El pacto entre vieja nobleza y nueva burguesía se materializa en los decretos desamortizadores (1836, 1855, etc..), por los que el Estado garantiza el paso de la propiedad feudal "manos muertas" a la propiedad capitalista de la tierra, ahora bien, sin alterar su distribución, incluso radicalizando la desigualdad en el acceso a la tierra. La desamortización, introduce cambios en las características sociales de los propietarios. Con ella, la Iglesia, los municipios (bienes de propios y comunales) fueron sustituidos por una burguesía agraria u oligarquía terrateniente, ciudadanos propietarios, caciques que controlan el principal elemento de control económico (la tierra, factor productivo clave en una sociedad agraria) y de forma paralela el control político: sufragio censitario. Con todo ello se privaba de importantes recursos a una gran número de jornaleros y pequeños propietarios.

- Inexistencia e imposibilidad de realizar un Catastro hasta bien entrado el siglo XX. 

- La Reforma Agraria puesta en marcha por la II República (bajo los estudios del latifundio español tan solventes como los publicados por Pascual Carrión) y liquidada brutalmente por una derecha política encabezada por grandes propietarios y el ejército, salvaguarda de sus intereses económicos. Unos defienden la patria, otros el patrimonio.  

El latifundio ha supuesto tradicionalmente absentismo del propietario, cultivo extensivo, bajos rendimientos y gran número de jornaleros con grave paro estacional y analfabetismo. A este respecto, la única actuación emprendida es la Ley de Fincas Manifiestamente Mejorables, que obliga a presentar un plan de mejora a las grandes propiedades subexplotadas, que, de no cumplirse, puede conllevar el arrendamiento forzoso durante doce años. Otras grandes propiedades se han convertido hoy en empresas capitalistas. En este último caso la gran propiedad favorece la mecanización, la modernización y la competetividad.

- La pequeña propiedad o minifundio (menos de 10 Ha) se ha formado en su mayor parte a partir de los repartos de propiedad agraria por herencia. Los minifundios tradicionales proporcionaban bajos rendimientos y escasos ingresos y propiciaban una fuerte emigración, sobre todo en el norte peninsular. En la actualidad, muchos se trabajan a tiempo parcial, dado que su tamaño impide la mecanización y los bajos ingresos que proporcionan no permiten la adecuada subsistencia familiar. Para hacer frente a esta situación, se promueve el cooperativismo agrario. Otros minifundios, en cambio, son modernas explotaciones hortofrutícolas o bajo plástico, que se trabajan a tiempo completo y resultan mucho más rentables, como los existentes en ciertas zonas del sureste peninsular.



PLANTILLA. DIVERSDIAD BIOGEOGRÁFICA

PLANTILLA-ESQUEMA DIVERSIDAD BIOGEOGRÁFICA. CARACTERISTICAS, FACTORES Y FORMACIONES

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PLANTILLA. FACTORES Y ELEMENTOS DEL REGIMEN FLUVIAL

PLANTILLA FACTORES Y ELEMENTOS DEL RÉGIMEN FLUVIAL.

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lunes, 24 de enero de 2011

LAS ACTIVIDADES AGRARIAS

Para repasar los conceptos básicos del tema dedicado a los espacios rurales.

Programa: Curso de acceso 2005-2006.
Autora: Carmen Muguruza Cañas (Autor).

Pincha sobre la imagen par ir al buscador de programas. 

domingo, 23 de enero de 2011

CENSO AGRARIO Y TIPOLOGÍA DE TRABAJO AGRARIO

Aunque el última Censo Agrario de España es del año 1999 y algunos datos han podido variar, los rasgos fundamentales de la distribución del trabajo agrario se mantienen.
Según los mapas adjuntos, en todas las Comunidades Autónomas predomina el trabajo familiar asalariado. Destacan particularmente la zona de Galicia, la cornisa Cantábrica y Navarra, junto a una segunda franja que comprende Castilla y León, Aragón, La Rioja, Cataluña y Baleares.
Entre la segunda franja y la tercera del mapa del trabajo eventual sobre el trabajo asalariado discurre una frontera histórica histórica invisible, que tiene sus orígenes en la Reconquista: al Norte de ella predominan las explotaciones pequeñas y mediados en las que las familias campesinas explotan las tierras a su cargo; al Sur de esa frontera, en Andalucía y Extremadura, predominan las grandes explotaciones y el trabajo asalariado eventual. En la Comunidad Valencia y Murcia la tierra está más repartida pero una parte del trabajo eventual lo realizan campesinos con pequeñas explotaciones de naranjos, que completan sus ingresos trabajando en las grandes explotaciones vecinas. 



ESQUEMA DE LOS PROCESOS DE CAMBIO DE LA AGRICULTURA DE ESPAÑA

LA DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN AGRARIA EN ESPAÑA


La práctica que analizamos es un mapa de coropletas, es decir, un tipo de mapa temático que aporta información cuantitativa y refleja la distribución espacial de un fenómeno mediante tramas o gamas de colores. En este caso el mapa refleja la distribución y densidad de la población agraria según el porcentaje de población agraria por provincias. 
El numero de trabajadores dedicados al sector primario, principalmente empleados en agricultura o ganadería, ha sufrido un retroceso generalizado, actualmente la población ocupada en actividades agrarias es de 4,5% en 2007 y además es una población envejecida (más del 50% tenía entre 40 y 64 años). Este fenómeno, desarrollado en buena parte de los países desarrollados a venido a llamarse desagrarización. 
De un análisis del mapa podemos extraer varias conclusiones:
* El proceso de desagrarización y la actual distribución de la población agraria ha mostrado diversa intensidad regional:
- En Extremadura y Murcia aún representa un 10% del empleo total, superando también el 7% en Andalucía, Galicia, Castilla y León y Castilla-La Mancha.
- En Madrid supone menos del 1% de los ocupados, y no llega al 3% en el País Vasco, Cataluña y Baleares.
* El proceso de desagrarización ha sido más intenso en aquellos territorios que han conocido un mayor desarrollo industrial, cuentan con grandes ciudades, o presentan un fuerte crecimiento del turismo en las últimas décadas. Eso explica que en Madrid, el País Vasco, así como en buena parte de Cataluña y de los dos archipiélagos, el porcentaje de población agraria no supere el 2% del total de ocupados.
En cambio, los valores más altos de ocupación en actividades agrarias corresponden a las provincias del interior peninsular, en especial la que se corresponden con áreas montañosas y menos accesibles. En el litoral, tan solo las provincias de Murcia, Almería y Huelva presentan también porcentajes de población agraria superiores al 18%, debido a la expansión de la agricultura intensiva bajo plástico.
En todas las provincias, los trabajadores agrarios son minoría. Pero buena parte de sus productos son la base de la industria agroalimentaria y también contribuyen a preservar algunos productos de calidad vinculados a territorios concretos.
* Pueden señalarse como factores explicativos de la diferencias regionales dentro del proceso de desagrarización:
- La desigual importancia que estas actividades han tenido en el pasado.
- La condiciones naturales más o menos favorables al desarrollo agrario.
- La diversa capacidad de innovación mostrada por los agricultores para modernizar su actividad y obtener productos de más calidad, capaces de competir en los mercados.
* Las causas que han provocado este proceso, si bien múltiples y diversas, convergen con otro fenómeno paralelo y fundamental para entender la desagrarización: el éxodo rural ocurrido entre los años 1960 y 1975. Algunas causas relevantes de ambos procesos son:
- La mecanización de las tareas agrarias.
- La atracción ejercida por la industria y los servicios urbanos.
- En envejecimiento de la población.
- La escasa rentabilidad de los cultivos tradicionales. 
A modo de conclusión, se puede afirmar que en la calificada sociedad postindustrial las actividades agrarias de los países ricos han perdido importancia, no así en los países pobres, donde la población agraria sigue siendo mayoritaria. Pese a ello, actualmente la producción final agraria es un 30% superior a la de hace un cuarto de siglo, gracias a su mayor tecnificación y el aumento de su productividad. 



PRÁCTICO: EJERCICIO DE LOCALIZACIÓN.

Cite las cordilleras, ríos y provincias que atraviesa la línea desde "A" hasta "B".



- Provincias: Lleida, Huesca, Zaragoza, Teruel, Cuenca, Ciudad Real, Jaén y Granada.
- Ríos: Ebro, Cabriel, Júcar, Guadiana y Guadalquivir.
- Cordilleras: Sistema Ibérico (Sierra de Albarracín y Serranía de Cuenca) y Sierra Morena. 


PRÁCTICO: RÉGIMEN FLUVIAL DEL RÍO SEGRE.


Atendiendo al siguiente gráfico sobre el caudal del río Segre, responda a  las siguientes  cuestiones.

1. Identifique el régimen fluvial.
2. Características y factores del régimen fluvial.




1. Identifique el régimen fluvial.

De forma general presenta las características de un río de régimen mixto, correspondiente a ríos de montaña media, situados a altitudes inferiores a 2500 metros. Tiene un máximo principal anterior al mes de junio, ya que la nieve se funde antes, y un máximo secundario en otoño de tipo pluvial. 
El río Segre (afluente del Ebro) nace en los Pirineos a 2800 metros de altitud y en Puigcerda presenta un régimen mixto de tipo pluvio-nival, con influencia de las precipitaciones y el deshielo de la nieve. 
Presenta aguas altas a mediados de primavera, en el mes de mayo, cuando se produce el deshielo; un segundo en otoño, de menor relevancia, de origen pluvial; aguas bajas en verano, con un mínimo no demasiado acusado (estiaje veraniego no muy profundo) y aguas ligeramente bajas en invierno, cuando la precipitación queda retenida en forma de nieve o de hielo en la montaña. 

2. Características y factores del régimen fluvial.

El río Segre recibe aportes en su caudal por el agua de lluvia durante el otoño. Con la llegada del invierno (enero y febrero) las precipitaciones son en forma de nieve que queda retenida en las cumbres. Durante los meses de primavera (mayo y junio) y con el aumento de las temperaturas, se produce el deshielo aumentado el caudal del río de forma importante. La llegada del verano y la subida de lastemperaturas provocan el estiaje del río.
Los factores que influyen en las características de su régimen fluvial son:
- El clima, la influencia del clima de montaña incluida dentro del área de clima oceánico (Pirineos y C. Cantábrica) con precipitaciones abundantes (más de 1000 mm al año) y frecuentes en forma de nieve. El deshielo es consecuencia del descenso de temperatura desde primavera, situación que permite fundir parte de las nieve, aún cuando los veranos son frescos. 
- El relieve y la topografía, en su cabecera el gradiente térmico derivado de la altitud provoca que las precipitaciones, muchas de ellas en forma de nieve, se conserven en ese estado hasta la primavera. 
- La localización. La toma de muestra de caudal utilizada para realizar la gráfica en Puigcerdá a 1200 metros de altitud destaca el carácter nival del río, aún cuando predomina en su extensa cuenca los aportes pluviales en sus tramos medio y desembocadura como afluente del Ebro. 






PRÁCTICAS: VERTIENTES Y PRINCIPALES RÍOS.

PRÁCTICA

Atendiendo al mapa hidrográfico de España responda a las siguientes cuestiones.
1. Cite las vertientes hidrográficas y sus características.
2. Identifique y explique brevemente cada número con el río que le corresponda.
3. Indique qué cadenas montañosas hacen de divisoria de aguas.

1. Cite las vertientes hidrográficas y sus características.

Los ríos peninsulares se distribuyen en tres vertientes hidrográficas: la cantábrica, la atlántica y la mediterránea.

Los ríos de la vertiente cantábrica.

Está formada por los ríos que vierten sus aguas al mar Cantábrico. Comprende una estrecha franja que va de Estaca de Bares hasta Francia. Los ríos cantábricos tienen las siguientes características.
- Son cortos, ya que nacen en mon­tañas cercanas a la costa.
- Al tener que salvar gran desnivel entre su na­cimiento y su nivel de base (el mar Cantábrico), poseen una gran fuerza erosiva.
- Los ríos cantábricos son numerosos, caudalosos y de régimen regular gracias a la abundancia y constancia de las precipitaciones. 
- La cuenca hidrográfica más importante es la formada por el complejo Narcea-Nalón y su afluente el Caudal. Otros ríos importantes son el Bidasoa, el Nervión, el Deva, el Besaya, el Saja, el Sella, el Navia y el Eo.

Los ríos de la vertiente atlántica.

Está formada por los ríos que vierten al océano Atlántico. Los ríos atlánticos tienen las siguientes características.

- Son largos, puesto que nacen cerca del Mediterráneo y desembocan en el Atlántico. El Duero 895 km y el Tajo 1007 km, aunque también hay cortos como el Miño de 310 km, el Tinto 93 km.
- Su fuerza erosiva es escasa, dado que discurren por llanuras en las que apenas se hunden, pero forman barrancos en los desniveles.
- Su régimen es irregular. Presentan estiaje en verano coincidiendo con el mínimo de precipitación (mayor cuanto más meridional es el río), y cre­cidas con las lluvias de otoño y primavera.

Los ríos de la vertiente mediterránea.

Está formada por los ríos que vierten sus aguas al mar Mediterráneo, desde la frontera francesa hasta la punta de Tarifa Comprende 182.661 km², ocupa el 30% de la superficie peninsular y drena aproximadamente el 25% de las aguas peninsulares. A excepción del Ebro, tienen estas características:
* Son cortos (Río Segura 340 km frente a los 1000 km del Tajo), a excepción del Ebro (longitud de curso: 928 km y elevado caudal), dada la proximidad del mar a las montañas en que nacen. Por este motivo, son ríos abarrancados, que erosionan violentamente las laderas deforestadas y arrastran derrubios.
* Su caudal es escaso debido a las reducidas precipitaciones y se régimen es muy irregular. El caudal máximo de crecida puede ser hasta 200 veces superior a la media del caudal mínimo. En verano presentan importantes estiajes (muy prologados en los ríos más meridionales) y en el otoño pueden sufrir crecidas catastróficas originadas por lluvias to­rrenciales. 

2. Identifique y explique brevemente cada número con el río que le corresponda.

1. El Miño tiene una cuenca de más de 25.000 km2, que es además una de las de mayor caudal relativo.  Su principal afluente es el Sil. Ambos ríos nacen en las montañas a mayor altitud, por lo que tienen un régimen pluvio-nival. 

2. El Duero. Su cuenca drena la Submeseta Norte y es la más grande de toda la Península, con 97.290 km2, de los cuales 78.952 pertenecen a España y una longitud de 835 km. Nace en los Picos de Urbión (Logroño-Soria) y desemboca en Oporto (Portugal). Sus afluentes principales son el Pisuerga, Esla, Duratón, Eresma, Adaja y Tormes. Su cuenca está circundada en la cabecera por ríos procedentes del Sistema Ibérico, vertiente sur de la C. Cantábrica y norte del Sistema Central, de régimen pluvio-nival con máximo en primavera debido al deshielo y a la precipitaciones. En su tramo medio por la meseta el río pierde caudal, especialmente en verano, por lo que el régimen se convierte en pluvial mediterráneo continentalizado. En  tramo final  desde que sale de la meseta y durante el tramo portugués, se beneficia de las precicipitaciones del régimen oceánico e incrementa su caudal, adquiriendo un régimen pluvial oceánico.

3. El Tajo tiene una cuenca de 81947 km2, de los cuales 55800 discurren por España y una longitud de 1007 km. Nace en Muela de San Juan (Montes Universales-Sierra de Albarracín, Teruel) y desemboca en Lisboa. Sus afluentes principales son el Tajuña, Jarama, Alberche, Tiétar, Alagón, Guadiela, Algodor, Almonte y Salor. En su cabecera y curso alto recibe los aportes del Sistema Central, presenta un régimen pluvio-nival, con aguas altas en abril. Según avanza hacia su curso medio adquiere un régimen pluvial mediterráneo continentalizado, con crecidas equinocciales y acusado estiaje en verano. En el curso bajo, los afluentes portugueses de la sierra de Estella incrementa su caudal y aminoran el estiaje, al tener régimen pluvio-nival o pluvial oceánico. 


4. El Guadiana tiene una cuenca de 675000 km2 y una longitud de 578 km. Nace en las lagunas de Ruidera (Albacete) y desemboca en Ayamonte (Huelva). Sus afluentes principales son el Záncara, Cigüela, Jabalón, Zújar y Matachel. Su régimen depende exclusivamente de las precipitaciones al carecer de aportes nivales. Su cabecera está determinada por el control cárstico de su regularidad, en general se puede afirmar que es un río de régimen pluvial mediterráneo continentalizado, incluso en su desembocadura, donde los aportes portugueses reflejan la transición al climas subtropical. 


5. El Guadalquivir tiene una cuenca de 57421 km2 y una longitud de 657 km. Nace en la Sierra de Cazorla (Jaén) y desemboca en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Sus afluentes principales son el Guadalimar, Jándula, Guadiato, Bembézar, Guadiana Menor y Genil. En su cabecera y en los afluentes de su derecha tiene un régimen pluvial mediterráneo continentalizado; mientras que los afluentes de su izquierda como el Genil le aportan la influencia del régimen nivo-pluvial de sus cabeceras con máximo primaveral. En sus tramo medio y final recupera su régimen pluvial hasta la desembocadura. Estas características le dan sus peculiaridades respecto a los grandes meseteños: disminución del caudal en invierno, aunque sin bajar del valor modular, máximo principal en primavera y estiaje menos largo y profundo. 


6. El Ebro tiene una cuenca de 85997 km2 y una longitud de 910 km. Nace en Fontibre (Peña Labra, Cantabria) y desemboca en Amposta (Tarragona). Sus afluentes principales son el Arga, Aragón, Gállego, Cinca, Segre, Jalón y Guadalope. Es el río de régimen más complejo, pues se alimenta de afluentes cantábricos, pirenaicos e ibéricos, pertenecientes a climas tan contrastados como el oceánico, el de alta montaña, el mediterráneo continentalizado y el mediterráneo puro. Así, en su cabecera tiene una alimentación pluvio-nival oceánica; los afluentes pirenaicos aportan un componente nival y caudales relevantes; los afluentes ibéricos, un régimen pluvial mediterráneo; y el centro de la cuenca, elevadas pérdidas por razones climáticas y antrópica.


7. El Júcar tiene una cuenca de 21400 km2 y una longitud de 498 km, nace en la Serranía de Cuenca y desemboca en Cullera (Valencia). Sus afluentes principales más importantes son el Cabriel y el Magro. Tienen un régimen pluvio-nival con máximas en el otoño y grandes crecidas en cabecera, río muy irregular en su curso medio y desembocadura se caracteriza por el régimen pluvial mediterráneo con fuerte estiaje en verano.


8. Segura tiene una cuenca de 18600 km2 y una longitud de 325 km, nace en la Sierra del Segura, Pontones (Jaén) y desemboca en Guardamar (Alicante). Sus afluentes principales son los ríos Mundo y Sangonera. Río irregular de régimen pluvial con crecidas en otoño, en su cabecera y curso medio tiene sus medios máximos de caudal, sufriendo posteriormente la aridez y los regadíos (transvase Tajo-Segura) que hacen que en la desembocadura apenas llegue a 5 m3/seg.


3. Indique qué cadenas montañosas hacen de divisoria de aguas.
- Entre el Miño y el Duero: Los Montes de León.
- Entre el Duero y el Tajo: Sistema Central y Sierra de la Estrella.
- Entre el Duero y el Ebro: Sistema Ibérico (Sierra Hijar, Sierra de la Demanda, Cebollera, Moncayo).
- Entre el Tajo y el Guadiana: Montes de Toledo, Sierra de Guadalupe, Montánchez y San Pedro.
- Entre el Tajo y el Ebro: Sistema Ibérico (Sierra de Albarracín y Sierra Ministra)
- Entre el Tajo y el Júcar: Sistema Ibérico (Serranía de Cuenca).
- Entre el Guadiana y el Guadalquivir: Sierra Morena.
- Entre el Guadalquivir y el Júcar y Segura: la Cordillera Subbética (Sierra de Alcaraz).
Entre el Segura y el Júcar y entre el Guadiana y Júcar las divisorias de aguas no es una cadena montañosa ya que la extensión de la cuenca es menor y las redes de drenaje no se encuentra. 
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