El gráfico de barras muestra la evolución de la población española entre 1857 y 2008 en millones de habitantes. Entre ambas fechas, la población española se ha multiplicado casi por tres. Sin embargo, no ha sido un crecimiento uniforme, sino que pueden diferenciarse varias etapas. En cada una de ellas, el crecimiento real es el resultado del crecimiento natural de la población (nacimientos menos defunciones) y del saldo migratorio (inmigrantes menos emigrantes).
a) Entre mediados del XIX y principios del XX el incremento demográfico fue bajo. El crecimiento natural era reducido, debido a la existencia de altas tasas de natalidad (economía agraria en la que los hijos ayudaban en las tareas del campo y ausencia de sistemas eficaces para el control de los nacimientos) y a la existencia de altas tasas de mortalidad (dieta escasa y desequilibrada, elevada incidencia de las enfermedades infecciosas, ineficacia de la medicina). A ello se añadían las pérdidas demográficas causadas por crisis de mortalidad catastróficas y por la emigración a ultramar.
b) En el período 1900-1975 el crecimiento fue elevado, especialmente durante la década de 1960, debido al alto crecimiento natural propio de la transición demográfica. Este fue especialmente intenso en la década de 1960, cuando la superación de los problemas económicos de la posguerra dio lugar a un baby boom, mientras la mortalidad se mantenía en cifras bajas gracias a los progresos médicos, sanitarios, en la dieta y en el nivel educativo y cultural. El incremento habría sido mayor de no haberse visto limitado por la persistencia parcial de la mortalidad catastrófica por epidemias (gripe de 1918); guerras como la de Marruecos (1908-1927) y la Guerra Civil (1936-1939); y la emigración a ultramar y a Europa.
c) Entre 1975 y 2001 el aumento de la población fue muy bajo debido al escaso crecimiento natural propio del régimen demográfico actual. Así, la natalidad descendió (retraso del matrimonio, incorporación de la mujer al trabajo fuera del hogar, anticonceptivos, mejora del nivel de vida y del nivel cultural) mientras la mortalidad se mantenía baja o tendía a elevarse a causa del envejecimiento. El retroceso habría sido mayor de no haberse visto compensado por el retorno de emigrantes a raíz de la crisis económica mundial y por el aumento de la inmigración extranjera desde 1995.
d) Desde 2001 el crecimiento de la población se ha acelerado debido principalmente a la inmigración extranjera, que también ha elevado la natalidad. Según las previsiones del INE, el crecimiento continuará hasta 2050 por efecto de la inmigración. Desde entonces, descenderá debido al envejecimiento demográfico.
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