Los temas son preguntas extensas sobre los diversos contenidos de la materia, que pueden plantearse con carácter general (por, ejemplo, las migraciones en España) o con carácter más concreto (por ejemplo, el éxodo rural en España). Por tanto, a la hora de estudiar y preparar nuestro tema de cara al examen PAEG debemos tener en cuenta, además de nuestra mayor o menor rapidez escribiendo, la distinción entre:
a) Temas específicos o monotemáticos. Aquellos que abordan una cuestión concreta pero resaltando todas sus dimensiones, relevancia e interacciones con la realidad económica, social, demográfica, etc..En la mayoría de los casos, se pretende convertir en el factor fundamental para explicar fenómenos más amplios.
b) Temas-proceso o de necesaria síntesis. Debemos aspirar a realizar una síntesis interpretativa, necesariamente basada en generalizaciones, aunque sin renunciar a darle un enfoque propio con una buena introducción y conclusión. La clave en estos temas es la estructura, que aparezcan todos los puntos, por ello es fundamental el dominio de los esquemas-plantillas.
Para responder un tema, se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Situar mentalmente el tema en la parte correspondiente de la materia.
- Realizar previamente un esquema bien estructurado con los contenidos que se van a exponer. Estos deben incluir todos los aspectos fundamentales del tema. En el caso de que en la prueba se señalen cuáles son los contenidos a tratar, el esquema debe incluirlos todos.
- Desarrollar el tema, teniendo en cuenta los aspectos siguientes:
a) El espacio que se asigna para responder, que suele estar restringido, de modo que no quede ninguna parte del tema sin tratar.
b) Se debe empezar siempre con una breve introducción, que haga referencia expresa al tema que se propone (interés del tema, rasgos generales, breve estructura de nuestra exposición, etc..).
c) A continuación, se expondrá cada apartado del tema teniendo en cuenta que:
- Se redactarán las ideas principales con orden y coherencia, de modo que presenten una ordenación lógica y una adecuada jerarquización (diferenciando los aspectos fundamentales de los secundarios). Para ello es conveniente subrayar los apartados y subapartados principales.
- Se utilizará un vocabulario adecuado y preciso, propio de la materia.
- Es conveniente acabar con una breve conclusión que incluya los aspectos más relevantes que se han tratado en el tema.
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